por Vito Amalfitano
“Antes del rugby, hasta cumplir 15 años, Juan Carlos fue basquetbolista de las categorías infantiles y cadetes en Unión de Mar del Plata. Confundidos, bastante después los parapoliciales venían al club a preguntar por él y más de una vez me llevaron a mí, por las dudas…”
El recuerdo de Maico Abachian, fallecido en 2005, sobre la pasión deportiva de Juan Carlos Abachian, el aguerrido Pilar de Universitario primero y de Mar del Plata Day después, está en el libro “Veintidós vidas”, del periodista Cristian Sirouyan, de Ediciones Siccus, que habla de los 22 desaparecidos de origen armenio de la dictadura cívico militar 76/83. Obra que se presentó recientemente en la Asociación de Residentes Armenios en Mar del Plata.
Una de esas “Veintidós Vidas”, contada en un capítulo muy emotivo, es la del marplatense Juan Carlos Abachian, hermano también de la reconocida periodista de esta ciudad, Marta Abachian.
El abogado marplatense Gustavo Togni, legendario capitán de Mar del Plata Day, a principios de los 70 y luego capitán general de rugby y hockey femenino del Mar del Plata Club, cuenta sobre su amigo Juan Carlos Abachian en el libro “Veintidós Vidas”: “Nació en 1950 pero parecía mayor. No tenía un gran físico aunque en esa época le alcanzaba para destacarse, encorvado y bastante pelado. Cursábamos las materias de Derecho juntos, en la Universidad Católica de Mar del Plata y solíamos ir a lo de Juan Carlos a estudiar. Durante años esa fue mi segunda casa. El era el más serio del grupo, sano, medido y sin vicios. Por eso, me sorprendió dejar de verlo de un día para el otro y, mucho más tarde, enterarnos años después que estaba desaparecido”.
El autor, Cristian Sirouyan, recuerda que Juan Carlos Abachian, radicado en La Plata, repartía su tiempo entre la familia, el empleo en un taller de chapa y pintura, el deporte, la carrera de abogacía en la Universidad Nacional y “la opción a la que se había volcado fervorosamente como militante de la Juventud Peronista, el trabajo solidario en villas y barrios carenciados”.
Juan Carlos Abachian se suma a la lista de más de 50 rugbiers desaparecidos de todo el país. Una nómina cuyas historias también están reflejadas en el libro “Deporte, desaparecidos y dictadura”, de Gustavo Veiga. El reconocido y comprometido periodista Ariel Scher, autor recientemente de “Deportivo Saer”, escribió magistralmente los prólogos de ambas obras.
“El armenio tenía mucha garra”, dice Gustavo Togni sobre Juan Carlos Abachian en “Veintidós Vidas”. La garra de un Pilar del rugby y de la militancia (en la Juventud Universitaria Peronista). Las investigaciones del fiscal Félix Crous, avaladas por la Cámara Federal de La Plata, permitieron establecer que tres jóvenes marplatenses, entre ellos Abachian, permanecieron en manos de represores en la Comisaría 5ª de la capital provincial. Los jueces Roberto Falcone , Mario Portela y Carlos Rozansky, al Frente del TOC 1 de La Plata, en la Mega Causa del “Circuíto Camps”, determinaron que el temible genocida Miguel Etchecolatz (para quien se pretende otorgar ahora, en estos tiempos de “cambios”, la prisión domiciliaria) y otros represores fueron responsables de la desaparición de Juan Carlos, entre otros varios asesinatos. Pero Juan Carlos es uno de los 22. Víctima de una doble tragedia, el genocidio armenio y el genocidio argentino.
El presidente Néstor Kirchner, a propósito, impulsó la Ley 26.199 que declaró el 24 de abril como el “Día de acción por la tolerancia y el respeto por los pueblos”, en referencia al genocidio armenio. En 2011, la “Justicia” argentina de aquel tiempo resolvió que “el Estado Turco ha cometido delito de genocidio en perjuicio del pueblo armenio”. Esta “Justicia” argentina de hoy salió con un aberrante “2 x 1”. Pero el pueblo reaccionó. Y la Memoria se activó, como en este libro. Juan Carlos es uno de los 22 y es uno de los 30.000. Porque son 30.000. Y para sus victimarios solo corresponde cárcel común. Para los pilares del deporte y la militancia no hay 2 x 1 que valga.